
Leer cómics es viajar con los ojos y soñar con la mente. Combina el poder de la pluma literaria con el impacto del arte visual, narrando de manera secuencial viñeta a viñeta una historia.
Podemos conectar con ellos en más aristas de los que uno piensa. Se destacan la biblioteca, allí los cómics adquieren un legado compartido o el café cultural cuando un sorbo de café tibio acompaña el ritmo de la lectura. En el transporte donde cada parada se entremezcla con un capítulo nuevo. En eventos o convenciones se cruzan latidos con otros aficionados. Dando así distintos lugares del mundo exterior, pero no nos olvidemos de la habitación propia. Un micromundo aislado, donde todo es posible, sin importar tiempo y espacio.
Leer cómics es mucho más que un pasatiempo: es una experiencia donde dibujo y pluma dialogan para crear algo distinto a ambas cosas. En sus viñetas se encierra un instante determinado, pero es el lector quien une los fragmentos y llena los vacíos entre un cuadro y el otro para darle sentido.

Características
Las viñetas están estructuradas como en el cine con distintos tipos de planos narrativos de manera secuencial. Estos permiten controlar el ritmo, la emoción y la importancia de la viñeta. A su vez, están acompañadas con movimientos, diálogos, onomatopeyas, pensamientos y voces en off.
El dibujante con distintas técnicas llega a diseñar ilustraciones que parecen cuadros de arte. En blancos, negros y distintas escalas de grises se diseñan los bocetos. Luego viene el entintado para darle al colorista la guía ya definida a rellenar. Este rellena el dibujo con pigmentos opacos y llamativos, ambos construyen un pequeño universo que parece tangible, aunque exista únicamente en papel y tinta.

El guionista crea y desarrolla historias de humor, drama, romance, acción, ciencia ficción y superheroicas, entre otras, invitándonos a conocer que todo mundo tiene sus reglas.
En los cómics de fantasía nos muestran a la raza humana entre muchas otras. Historias del pasado con imperios y guerreros, vidas simples, caminantes urbanos que demuestran fragmentos cotidianos o futuros distópicos con tecnología que plasma un bosquejo del significado de humanidad. Para finalizar, no nos podemos olvidar de poderosos superhéroes o villanos imposibles.

Quizás por eso leer cómics resulte tan cautivante, porque nos recuerda que toda existencia es una secuencia en viñetas. Momentos determinados que, cuando se unen, dan sentido a nuestra propia narrativa. Y es de esa unión entre lo que vemos y lo que imaginamos, que encontramos el cruce de la vida con las viñetas.

Por Alexander Gaston Mirabile